🎬 Cuando Coppola y Scorsese hicieron una pizzería en Palermo 🍕

¡Hola !

Corría el año 2019 cuando nuestro amigo y cliente Lucas apareció con una idea osada: “Quiero abrir un lugar donde la pizza no se sirva con cerveza, sino con Spritz”. Palermo iba a ser el escenario para esta mezcla de burbujas anaranjadas, en copas brillando bajo las luces de la noche porteña, y la pizza napoletana reversionada al estilo argentino. Excusa perfecta para una ocasión lujuriosa.

La pizza es un emblema eterno de la tradición italiana y Palermo nos lleva directo al sur, a Sicilia, la “Cosa Nostra” y a sus mitologías de la m@fi@. Por último, el cocktail: un amaro mezclado con champaña, puro delirio. Un gesto ostentoso que no tendría por qué pedir permiso. El conjunto respiraba un aire fresco y desfachatado: tradición y opulencia; religión y exceso; barrio y espectáculo.

De inmediato sentimos que estábamos frente a una especie de película. Al choque cultural que retrataron Francis Ford Coppola y Martin Scorsese: la inmigración italiana reinventada en Estados Unidos, donde la pasta de la nonna y la misa del domingo se cruzaban con el capitalismo más feroz, pariendo una nueva identidad: la cultura italo-americana. Ahí nos empezábamos a imaginar algo: un Al Pacino o Ray Liotta, de traje blanco y camisa brillante, cadenas de oro y lentes de sol (usados de noche) totalmente ebrio, subido arriba de una mesa, luego de una cena interminable, rodeado de un séquito de amigos, alzando la copa arengando a un grito colectivo: ¡¡SPRITZZA!!. La multitud ruge, alzando copas y botellas, celebrando, manchándose sin escrúpulos, derramando champaña en el suelo pegajoso, como si la desobediencia fuese el verdadero lujo.

Así nació SPRITZZA: Pizza & Spritz. Una pizzería napoletana argentina situada en el corazón de Palermo Soho con su propio Spritz: Santino Stevani´s American Spritz.

Cuando entendimos el universo, diseñamos un sistema de rojos intensos color tomate y sangre, una tipografía pesada como un grito salvaje y un sistema editorial fashion. Ahí nació Santino Stevani, un personaje que inventamos pero se volvió demasiado real. Hijo de inmigrantes, que habla como si recién hubiese bajado del barco, aunque nunca pisó Italia. Ególatra hasta la médula, que se proclama el inventor de la mezcla de la pizza napoletana con spritz. Santino se presenta ante el mundo como el creador de historias a la altura de los grandes diseñadores italianos de primera línea. Tal es así, que firma todo con su nombre: SANTINO STEVANI.

Santino se volvió protagonista de las fotos, los videos, los relatos, se volvió nuestra celebridad, la cara visible. En cada pieza contaba su estilo de vida, su inspiración para fundar SPRITZZA y su propio brebaje estrella. Caricatura y verdad al mismo tiempo, mito y realidad en la misma copa.

En 2023 ese delirio también fue reconocido por la comunidad: SPRITZZA ganó el premio de plata a Mejor Identidad Integral en los LAD Awards, el festival que cada año celebra en Lima lo mejor del diseño latinoamericano. Un reconocimiento enorme.

Pero nuestro verdadero premio fue una anécdota con Lucas que nunca vamos a olvidar: la primera presentación que hicimos. Mientras mostrábamos el universo de Santino por primera vez, una parte del equipo estaba escondida detrás de los muebles de nuestro estudio, esperando la señal. En el instante exacto en que dijimos que cada vez que Santino brindaba gritaba “SPRITZZA” y sus amigos le respondian, ellos saltaron al unísono y gritaron con todas sus fuerzas: ¡SPRITZZA!. Lucas se quedó helado por dos segundos y después estalló en risa. No solo entendió la idea: la vivió en carne propia. Ese atrevimiento, ese exceso, esa performance improvisada se convirtió en el mejor ejemplo de lo que queríamos transmitir. Ni él ni nosotros vamos a olvidar jamás ese momento en el que nos jugábamos todo. Y por suerte, nos fue muy, muy bien.

Más allá del proyecto en sí, lo que queremos compartir es un proceso que no se deja encerrar en recetas. Crear es perderse unos días, jugar, explorar, divertirse hasta que la idea se impone sola, porque si nos seduce a nosotros, también seducirá a otros. Y eso fue lo que pasó: no hay otra pizzería así, no hay otro Santino, no hay otro grito que resuene como SPRITZZA.

Seguinos para seguir explorando, a través de esta ventana, todo lo que sucede dentro de Que Cálido Studio®.