¡Hola !

Desde hace aproximadamente dos años venimos trabajando en un proyecto secreto, spoiler: ya no es más secreto.

Después de años de dedicarnos a crear para nuestros clientes: ¡Lanzamos nuestro primer producto! Hoy les venimos a contar cómo fue.

El día que Chimichurri to the People conquistó la Costanera.

Había algo en el aire ese día. Tal vez era el frío que claramente no esperábamos, o la mezcla de nervios y euforia que nos generaba algo que nació como una idea imposible y se estaba volviendo real. Éste era nuestro sueño. Después de dos años de trabajo silencioso, de risas, miedos, pruebas y secretos, lanzábamos nuestro primer producto: Chimichurri to the People. Una creación que hicimos junto a nuestro socio, el reconocido cocinero, Pedro Bargero.

El nombre del producto lo explica todo. Queremos darle chimichurri a la pipol, porque el chimi es un héroe anónimo, que siempre está pero nunca se celebra. Hicimos esto para darle el lugar que merece. Pero sobre los cómos y porqués nos pusimos a hacer un producto hablaremos en otra edición.

Volviendo al evento de lanzamiento. El clima no nos ayudaba mucho. La primera fecha que habíamos elegido tenía un pronóstico de tormenta eléctrica 15 días antes del evento, que con el pasar de los días solo se confirmaba. Lo tuvimos que cambiar para unos días más adelante. Si bien el agua se había ido, un frente frío venía del sur con ráfagas fuertes que nos hacían dudar si estar junto al río un miércoles a la noche era buena decisión. Para colmo hasta la noche anterior del evento no teníamos el permiso municipal confirmado. Todo podía salir mal. Y sin embargo, no había forma de no hacerlo: el chimichurri existía, las latas estaban listas, el mundo nos esperaba.

Cuando dijimos por primera vez con el equipo, “ché, ¿qué hacemos para el evento?” hubo una primera idea que fue imparable: Chimichurri - Choripán - Costanera. Un lugar icónico donde todo porteño, alguna vez, comió de dorapa mirando el río. Un territorio mítico de grasa, humo y nostalgia. Tuvimos la suerte de que durante la búsqueda de locaciones encontramos un puesto legendario: El Cocacolero. Ese día con tan solo unas horas de preparación logramos transformar un icono rojo de la gaseosa en nuestro altar amarillo del chimichurri. 

Para lanzar el producto al mercado hicimos una colaboración con nuestros amigos de Bolivia y diseñamos una cápsula de indumentaria juntos, una colección hermosa, con frases, colores y guiños a la cultura del chimi. 

El viento seguía soplando cuando llegaron los primeros invitados. Después vinieron más y el viento dejó de soplar. En un momento éramos más de ciento cincuenta personas comiendo choripanes frente al río durante la puesta del sol. Teníamos tres tipos de chori en una clásica figacita de barrio, pacú, cordero y cerdo, tres chimichurris distintos los acompañaban. Los amigos de Vinilos en la vereda pinchaban clásico tras clásico de nuestra sagrada historia de rock argentino que pusieron a todos a bailotear entre chori y chori. 

Completando la postal, un viejo taxi Siam Di Tella de los sesenta hacía de escenografía viva. Lo llenamos de latas amarillas, ropa colgando de las ventanas, palanganas de metal con hielo y botellas, como si fuera una instalación. No sabíamos si era arte o fiesta, pero todos querían sacarse una foto con el tacho.

Y ahí, en medio del humo y la música, entendimos que algo estaba pasando. Que esto no era solo un lanzamiento, sino una declaración. Una demostración de que la creatividad independiente está más viva que nunca, que no todo tiene que ser digital. Que todavía hay espacio para hacer cosas solo porque sí, porque te queman adentro y querés compartirlas con el mundo.

Cuando la noche entró y los últimos choris marchaban, nos miramos entre todos. Estábamos agotados, felices, congelados, llenos de humo. Pero sobre todo, estábamos orgullosos. Porque ese día habíamos probado que podemos, que no necesitamos un brief ni un cliente para crear. Que el fuego también puede ser nuestro.

Fue el día en que Chimichurri to the People conquistó la Costanera.
Y, aunque no lo sabíamos todavía, también fue el día en que empezó una nueva historia.

Les compartimos un resumen de lo que fue el evento

Gracias por leernos.

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